Sabía que el simbolista francés Charles Baudelaire había sido enormemente influido por Edgar Allan Poe. De hecho, fue el primer traductor e importador a Europa del escritor estadounidense. Pero hasta que no se lee este libro, uno no se hace a la idea de hasta qué punto caló hondo la imaginería poeiana en él. «Las flores del mal» es un poemario extenso y soberbio, oscuro, mordaz, sombrío.
Tiene pasajes muy logrados, por ejemplo, el poema «Un viaje a Citeres», es una clara alegoría a la obra de Poe, en concreto a la novela «La narración de Arthur Gordon Pym». Las letanías de satán y los poemas CX y LII me han embrujado especialmente.
Existen muchas referencias como digo (tácitas o explícitas) a la obra de Poe. Los gatos cobran protagonismo y el vino aparece a raudales. Desde luego, su fama de obra universal es muy merecida. Ha sido un gran descubrimiento que debí hacer hace años.
Existen muchas referencias como digo (tácitas o explícitas) a la obra de Poe. Los gatos cobran protagonismo y el vino aparece a raudales. Desde luego, su fama de obra universal es muy merecida. Ha sido un gran descubrimiento que debí hacer hace años.