"La carretera", de Cormac McCarthy


Reconozco que abordé esta obra con cierto escepticismo. Había encontrado opiniones tan dispares y enfrentadas acerca del libro, galardonado con el Pulitzer 2007, que no sabía muy bien si afrontar su lectura.
Leí y escuché argumentos como que la osadía del autor por eliminar las comas, sobreemplear los puntos y aparte, etc. no solo no facilitaba su lectura sino que constituía una especie de ofensa a las reglas ortogramaticales. Leí que la historia era simple, aburrida, parca.
No obstante, un par de opiniones favorables de dos amigos me imbuyeron nuevas razones para adentrarme en ella.
Y lo hice.
No diré que es una gran obra maestra (eso lo decidirá el tiempo, ese verdugo casi insoslayable) pero a mí me ha parecido una obra magnífica. Para empezar, el atrevimiento de McCarthy apostando por un nuevo estilo narrativo, con párrafos diáfanos, breves, sencillos, me ha parecido muy logrado. Igual que la historia: breve (¿para qué contar algo en 500 páginas, si se puede sintetizar mucho mejor?) y sencilla (en apariencia).
«La carretera» transcurre en un panorama apocalíptico poco original, sí, pero es lo que el autor quiere transmitir al lector lo que de verdad revaloriza la historia, no su contexto. La relación de los dos únicos personajes co-protagonistas me parece soberbia. Las conversaciones son escuetas pero muy eficientes, con una profundidad que abruma.
Un ejemplo:
Y no nos va a pasar nada malo.
Desde luego que no.
Porque nosotros llevamos el fuego.
Así es. Porque llevamos el fuego.
Estas sencilllas palabras pueden no decir nada por sí solas. En el libro, sugieren tantísimo al lector que las acomete, que lo abruman, lo sobrecogen.
Las descripciones de los lugares y las acciones que los personajes realizan en ellos me parece inmejorable. Con qué maestría el autor narra una sencilla historia sugiriendo tantas cosas al mismo tiempo. Es una novela que me ha sobrecogido en varios momentos. Pero reconozco que con muchos lectores puede no empatizar, sobre todo si están familiarizados con narraciones sobrecargadas o fatuas ( o también thrillers sin sentido) que sumergen al lector en una historia de la que no se sonsaca nada existencial. En cambio, quien encuentre la llave que ofrece «La carretera» verá el mundo actual desde otra perspectiva, y el venidero.
A mí, por lo menos, me ha encantado.
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